Compromiso a pie de calle.

Hace unos meses, saltó una noticia que me impresionó mucho. Los medios lo contaron como algo anecdótico más que como lo que realmente era (al menos para mi), la noticia más importante de los últimos días.

El 27 de octubre de 2020, un adolescente decidió acudir a la escuela vestido con falda. Quería comprometerse con el movimiento feminista. Ni más ni menos. Estaba harto de presenciar actitudes machistas y fue su manera de apoyar. Lo que se encontró el primer día no fueron felicitaciones y gratitud por su valentía. No. Muchos compañeros de clase se burlaron de él, comenzaron a acosarlo y a agredirlo. Y su profesor, lejos de ayudarlo, consideró propicio sacarlo de clase para que acudiera al despacho del psicólogo. Una vez allí, le preguntaron si se sentía "tía". A lo que el alumno respondió que no se sentía de ningún género, pero si tenía que elegir uno, sería "tío". Todo muy didáctico oiga.

La historia corrió como la espuma y la mañana del 4 de noviembre de 2020, centenares de jóvenes, sin importar su género, acudieron a sus institutos vestidos con una falda puesta. La acción llevada a cabo con el objetivo de denunciar la discriminación, los estereotipos y el acoso escolar tuvo tanta repercusión en las redes sociales, sobre todo en TikTok, que surgió un movimiento en el que miles de estudiantes hombres mostraron su apoyo y simpatía por el joven y por el feminismo. Lo podéis ver usando el hashtag #4noviembre y #todosconfalda.

 

 

Esta noticia, debe hacernos reflexionar. Últimamente, todas las noticias que se escuchan en los medios de comunicación son que los jóvenes son insolidarios, irresponsables, organizan botellones, se van de fiesta sin mascarilla, que se ríen de la sociedad...Pero no olvidemos esos otros jóvenes que son solidarios, que salen lo justo, que no quieren contagiar a sus mayores, que su determinación les lleva a llevar falda un día al instituto para mostrar su apoyo al feminismo. Por ejemplo.

Estos son los verdaderos movimientos que cambian el mundo. Sí, el mundo. Al menos el de este estudiante, y el miles de personas que lo apoyaron. Un hecho aparentemente sin importancia, ha revolucionado el sistema educativo en su vertiente más arcáica, discriminatoria y machista.

Gracias por concienciarnos y sensibilizarnos. Aunque no lo pretendieras. O sí.

Silviags