Bebés para niñas y coches para niños
Unos meses antes de navidad, empezamos con el bombardeo de juguetes en anuncios televisivos y catálogos. Y entonces se nos revela una gran certeza que creemos desterrada en nuestro día a día, es la discriminación por sexos en la gran industria del juguete y en muchos comercios. Da igual que existan políticas de igualdad y no discriminación, de violencia de género, da igual que intentemos desterrar ciertos roles en el día a día de la crianza de nuestros hijos. Da igual todo esto cuando el marketing en la publicidad de juguetes infantiles arrasa con toda la determinación de promover la igualdad, sobretodo doméstica.
Claros ejemplos son estas campañas publicitarias.
Niñas que juegan a ser ingenieras, que conducen motos, que son aventureras, que les gusta la acción y niños que cuidan, que se maquillan y les gusta cocinar.
Los juguetes tienen que empoderar a las futuras generaciones, y eso solo lo conseguiremos en escenarios que promuevan la igualdad y con mensajes que representen a todas las emociones posibles. Porque eso, ni más ni menos, es el juego, emoción. Y con emociones sanas y el valor de la igualdad se construyen las bases para una sociedad igualitaria.
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